La masonería,
en su intento de entender "la otra realidad", comprende y enseña el simbolismo encerrado
en este flujo y reflujo, en el ir y venir del Sol.
Como constructores especulativos del Arte Masónico, nos atrae el orden y la permanente periodicidad de los movimientos estelares. A través de ellos aprendemos que todo el Universo actúa de acuerdo a antiguas leyes inmutables, exactas, ritmos constantes, tiempos y plazos fijos por la eterna eternidad.
Escrito de,Hipatia M.·.M.·.
Por
intermedio del Solsticio se nos enseña que el Pulido de la Piedra Bruta, del
esfuerzo personal, de mejorar lo humana e intelectualmente, no se produce
solamente en un continuo ritmo ascendente, en cierto momento nuestra labor
decae.
A esta
exacta y fría explicación de la ciencia, se une la Masonería con su simbolismo
educador. Para comprender y explicar, la constante acción de las fuerzas
ocultas de la Otra Realidad, especialmente el mito de la muerte y la
regeneración de la vida, que nos muestran los Solsticios.
También
puede concebirse la otra realidad de
esta conmemoración, desde el punto de vista material, como una ofrenda a la
Madre Tierra de la que surge la vida, generando lo palpable y corporal.
Esa otra realidad puede
interpretarse intelectualmente como un homenaje al genio humano que determina
los tiempos en la agricultura, y expande la civilización, y finalmente, esa
otra realidad puede adquirir un sentido
espiritual, como la marcha de la eterna
luz inmaterial, inteligente e inteligible, madre de los espíritus y almas, que inicio a los hombres en la búsqueda de la eterna verdad de todos los
tiempos.
Como constructores especulativos del Arte Masónico, nos atrae el orden y la permanente periodicidad de los movimientos estelares. A través de ellos aprendemos que todo el Universo actúa de acuerdo a antiguas leyes inmutables, exactas, ritmos constantes, tiempos y plazos fijos por la eterna eternidad.
Gracias a ello, mantenemos firme
nuestra convicción de que el Universo es un todo armónico, gobernado por una
fuerza superior, creadora y reguladora de todo cuanto existe y al que
denominamos el Gran Arquitecto.
Con el paso de los años, y la evolución intelectual de la Humanidad, el Sol
dejo de ser una divinidad, pero no por ello dejo de ser fuente de vida, con su
calor, que fecunda las mieses, con su luz, que acompaña al viajero, con su
majestuosa marcha por los dominios espaciales, como inagotable manantial, y
suprema expresión de fuerza, belleza y bondad.
Hoy nuestra otra realidad se ha
preparado para sobrevivir al largo invierno, bien aprovisionándose de recursos
y abrigo, o despojándose de lo no conveniente. La sabiduría nos indica que hemos de hacer lo mismo, entrar en nuestro interior, hoy más que nunca
conviene planificar lo que deseamos
hacer para realizarlo en el siguiente
ciclo, recordando que nuestra energía es más baja, todo va más lento, y es buen momento para descansar, y recuperar las fuerzas.
Hemos llegado al punto más oscuro
del año, la noche más larga, y dentro de lo más oscuro, frío, y yermo, está la
semilla de la luz, sabemos que de la oscuridad nace la luz, recordemos nuestra
propia Iniciación, la Cámara
de Reflexión, la Oscuridad.Para el Sol, justamente la
detención en el Solsticio de Invierno es, simbólicamente, su propia Cámara de
Reflexión, su Cámara de Oscuridad Invernal. Momento propicio para meditar sobre
la oscuridad, confiando en que después de la fase de mayor oscuridad, renacerá
la vida.
El Sol en el solsticio de invierno está muy próximo a la Tierra,
“tres días que parece no moverse” y desde esa inmovilidad aparente, comienza de
nuevo su movimiento, y los días poco a
poco se van alargando. De nuevo la luz vence a la oscuridad hasta el próximo
ciclo, es el triunfo de la vida sobre la muerte.
Los Solsticios representan el eterno contraste de la luz y la oscuridad, de la
vida y la muerte, y el eterno renacer de la creación, donde nada puede ser
destruido, solo transformado en los tres estados naturales, sólidos, líquidos y
gaseosos.
Siendo la otra realidad en el marco de acción del Masón y sus fenómenos, fuentes de estudio e inspiración
no podía estar ajena la Orden
al fenómeno del recorrido elíptico del
astro rey, por lo que el Sol es un símbolo Masónico de suma importancia, de
estos conceptos, emana la importancia de los festejos Masónicos del Solsticio.
Queridos hermanos que nuestra oscuridad tenga solo días, que no
olvidemos retornar a lo ascendente, al
ritmo, que corrigiendo giremos en busca
de la Luz, que giramos, cambiamos, y
decaemos, pero que retornemos de la
oscuridad con fuerza
con vigor renovados, para que nuestra luz sea más intensa, y se refleje en ella la
Tolerancia la Belleza y el Amor.
Unámonos espiritualmente al
conjunto en el
simbolismo de esta celebración Solsticial, busquemos dentro del recogimiento interno de
nuestra propia Realidad, renovadas fuerzas para nuestro mejoramiento humano,
espiritual e intelectual.
Que cada mañana elevemos nuestra
mirada al iluminado día sintiendo la felicidad por el hecho de que la vida continúa
en su eterno flujo y reflujo, especialmente por la existencia de la OTRA
REALIDAD, sensible y espiritual, sabedores de que los símbolos de la Masonería nos
permitirán descubrirla.
Escrito de,Hipatia M.·.M.·.
2 comentarios:
Pilar enhorabuena !!!. Es muy bonito y muy profundo y esta muy bien redactado.
Feliz día !!
Un besote.
Bernardino.
aplausos por tus palabras
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