martes, 14 de enero de 2014

Cemento de Union

La Unidad del Edificio es la necesidad consecuente y Universal de la Obra Masónica. Y están llamados a participar todos los Masones sin distinción, los cuales, deben estar dirigidos con la conciencia,  en el esfuerzo, donde se llegue al Cemento de Unión. Sin esta reflexión no será posible remediar todos los errores  que provengan de nuestra corta vista. Debemos usar constructivamente  la escuadra del juicio,  y  el compas de la razón, como deber de todo Masón. No hay razón para desperdiciar y malgastar nuestros esfuerzos en una crítica inútil y destructiva, puesto que una misma Inteligencia, un mismo Gran Arquitecto  la dirige y nos dirige. Basta solo que sepamos y queramos reconocerlo. Hay unidad indisoluble en el Plan del Edificio mismo, a pesar de los distintos esfuerzos individuales que, aunque aparentemente encaminados en diversas direcciones, convergen realmente hacia la misma finalidad, hacia un mismo Ideal, hacia una misma Palabra de Vida, que es aquel Verbo que se halla en el principio de nuestra Institución  Masónica.
Debemos de practicar el  Cemento de Unión  Indisoluble, conscientes en todo momento, que cualquiera que sea nuestra parte y nuestra tarea en la Obra, el esfuerzo está dirigido y se dirige  a construir y contribuir al Bien Real de la Orden. Solo así, nos aremos merecedores de nuestra dignidad de Maestros. El Cemento de Unión, no puede ser sino el Amor Fraternal que nace de la conciencia Unidad- de la Unidad de origen de Ideales y de Finalidad entre los miembros y agrupaciones componentes de nuestra Institución. Pero para que este Cemento baya Unido a la Obra del Gran Arquitecto, y sea provechosamente esparcido, se necesita primero que los materiales  sean convenientemente labrados, escuadrados y rectificados.
Cada Masón en particular, cada Logia y cada Agrupación  Masónica es al mismo tiempo uno de los materiales  y de los obreros y arquitectos que deben hacer perfectamente la parte o labor que, en su Ideal o Verbo particular el Gran Arquitecto le haya encomendado. Ningún edificio Ideal del género que la Masonería quiere levantar  continuamente a través de los siglos, puede hacerse sin los materiales adecuados y el perfeccionamiento de los mismos. Por lo tanto cada uno tiene que hacer su parte y esfuerzo en perfeccionar su propio material,  o la obra que le ha sido asignada, en las circunstancias, condiciones y oportunidades en que se encuentre, esforzándose con ello en alcanzar su propio Ideal.  
Al igual que todos los Orientes, y Logias, de todos los Ritos y Obediencias incluyendo las Logias libres que existen en todas partes del mundo, deben ser Cementos de Unión Universal Masónica, ya que somos obreros al servicio de una misma Inteligencia Creadora, donde la cooperación según nuestra voluntad entendimiento y oportunidad, nos lleve al glorioso privilegio de ir entendiendo y ascendiendo en el edificio de la Institución Masónica.
Llevándonos con ello también al reconocimiento de la Unidad Espiritual del Edificio Universal de la Masonería. Donde la practica entre los Masones sea Cemento de Unión, evitando con ello la incomprensión, dado que uno de los landmarks más fundamentales  e inamovibles de la Institución es el que todo Masón debe ser reconocido como tal, en todo el Universo y por cualquier otro Masón  u organización Masónica...
Queridos hermanos la Obra que representamos donde coordinamos  voluntades e ideología, donde piedra a piedra construimos el edificio de la Institución sin importarnos razas creencias ectr... Nos da ejemplo del Cemento de Unión Universal, capaz de trasmitirse a través de los siglos sin que se haya practicado por separado. Cementando así en el hombre las enseñanzas de su evolución de su yo personal donde se construye también individualmente su Templo. Que al mismo tiempo va unido al de sus hermanos. Juntos en hermandad somos ejemplo de Cemento de Unión, donde seguimos perfeccionando los materiales acompañándolos con las herramientas necesarias para el perfeccionamiento humano,  el mismo que debe integrarse individual en una sociedad donde tiene  que seguir Cementándose en Unión con los profanos, con aquellos que también tiene que verlos como hermanos de un gran Dios.  Somos buscadores del Cemento del Conocimiento para adherirlo a nuestra evolución en Unión de nuestros hermanos. Para con ello poder edificar una sociedad más gusta y libre, donde el hombre alcance su ideal. Donde el camino que recorre hacia la luz, y  la verdad no tenga obstáculos, donde  el muro humano que se encuentre, desee unirse a él, como piedra que se Cemente en Unión a la Obra Masónica.
Los verdaderos Maestros aparecerán cuando será necesario, para dar los últimos toques a los materiales labrados  y esparcir sobre ellos, con la Llama del Amor, el Cemento que hace la Unión permanente y verdadera.  Para ello  queridos Hermanos Maestros debemos dar ejemplo de que somos parte de los materiales que hayan sido convenientemente labrados escuadrados y rectificados, para poder decir que estamos en el edificio del Ideal Masónico.
He dicho, Ipatia M:.M:.   

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