Misericordia
Diario de Ávila: por Pilar Álvarez A.
El
Jubileo de la Misericordia es un jubileo que se celebrará
durante el Año Santo Extraordinario que comenzará el 8 de diciembre de 2015, y concluirá el 20 de noviembre de 2016, para celebrar el quincuagésimo aniversario de la clausura
del Concilio Vaticano II, profundizar en su
implantación y situar en un lugar central la Divina Misericordia. El jubileo nace de una
tradición hebrea para reclamar justicia, pero para la Iglesia católica
tiene un significado más espiritual. Desde hace un tiempo me rondaba la idea de escribir
sobre la Misericordia, tema más bien para los Teólogos de la Iglesia. Pero sin
embargo para nosotros los creyentes en la Justicia Social también es importante
la Misericordia, sobre todo en el ámbito Social. Esta debe estar presente entre
Justica e Igualdad entre los hombres, por
lo tanto la intención de aniquilar al otro, a delimitar su libertad, contrasta
con la esencia de la justicia misma. Creo que la misericordia sin
ser primaria ni considerada como lastima, es un buen sentimiento, un valor
esencial del género humano, que no humilla al que la recibe ni le rebaja, al
contrario, es lo más noble, porque está presente el perdón, y el don que nos
ofrece el perdón, es la igualdad entre ofendido, y ofensor. El respeto máximo
de nuestra convivencia a lo largo de nuestra vida, bajo mi punto de vista,
también debe estar lleno de bondad y Misericordia. ¿Es un deber tanto Social
como personal ejercer la misericordia?
Nuestra
Constitución trabaja en contra de toda
Injusticia Social, a favor de todo derecho humano, sin embargo nos falta mucho para alcanzar una sociedad de inspiración
humanista, de la cual ya se han hecho las más solemnes declaraciones a favor.
De una convivencia de los hombres, de los grupos, y de las sociedades humanas,
pero en la práctica sufren deformaciones, no basta un deseo inicial de
justicia, y no basta porque la justicia no se desarrolla sin la concurrencia en
el mismo hombre. Pues las fuerzas adversas pueden alterar, deformar, negar y
aniquilar aquel primer impulso en pos de la Justicia Social. Por consiguiente un mundo justo sin la ayuda de
la Misericordia, no daría paso a una, civilización de amor. “Primario
y fundamental” El amor entre la civilización, es necesario, la presencia del
amor es totalmente necesario para que las relaciones interhumanas, sean
efectivamente justas, desde una óptica más filosófica, y
ciñéndonos a un tipo peculiar de justicia, la Justicia Social. Es bueno reflexionar ante la práctica de la Misericordia, pues quizás en
alguna ocasión, nos la hemos aplicado, sin darnos cuento, cuando nos perdonamos
algunas de nuestras acciones poco humanistas, pues los seres humanos, también
tendemos a querernos mucho. Por lo tanto debemos tener
constantemente en cuenta rechazar, algunas prácticas que hoy se encuentra en nuestra sociedad, tales como la marginación,
dividir y excluir,… pues creemos en una Sociedad donde la Igualdad, el Amor y
la Fraternidad,
sea un hecho. Y esto deja de ser auténtico, se desnaturaliza, pierde su
propio ser, si se incluye un sentimiento de superioridad, en el que la ejerce,
y sobre todo, si se utiliza como cortina que oculte la Injusticia Social.
Cuáles
son las causas, que han podido llevar a nuestra sociedad ha olvidar el
ejercicio de la Misericordia de la Empatía, el Amor. La realidad es que nos
encontramos ante una sociedad contemporánea dominada por una sensación de
poder, que le genera angustia, inquietud, por otro lado, ha arraigado en su
conciencia el sentimiento de su grandeza, provocado por el dominio del mundo,
que ha llegado a alcanzar, que le hace caer en un sutil engreimiento, y lo
lleva a un ensalzamiento del poder,
tanto social, como económico, político, etc. Entonces desde la Misericordia y su dimensión del Amor, abra que
superar la norma imprecisa de la Injusticia Social.
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