lunes, 15 de febrero de 2016


Lo social

Diario de Ávila

Por: Pilar Álvarez

¿No todos son iguales?

Los seres humanos formamos parte de la misma especie y, en general, tenemos determinados objetivos en común. Aunque no es inusual vernos como individuos en continua lucha por los recursos limitados existentes. Conocemos la existencia de teorías políticas de diversa índole que aseguran, que los seres humanos no sólo nos somos iguales, sino que no debemos serlo. Existe tanta diferencia entre los miembros de la misma especie que sería mejor ni mentar eso de la igualdad. Si a la igualdad de oportunidades, esa que en teoría dejan en la línea de salida, en la misma posición a todos.

Existe otra corriente de pensamiento, auspiciada por la declaración de los derechos humanos, que asume que todos somos iguales en dignidad y derechos. Y el motivo lo deberíamos buscar en que somos humanos. Nuestra dignidad es humana, lo mismo que nuestros derechos. Pero sólo podemos desarrollarnos plenamente entre “humanos,” no nos engañemos, y eso es lo que define nuestra igualdad. Si viviéramos en un mundo donde los recursos fueran ilimitados, no existiría ninguna competencia puesto que cada individuo tendría lo que quisiera sin necesidad de disputar. Y con ello no estaríamos viviendo este momento presente político de tanta corrupción “no le han puesto limite a los recursos personales” “millonarios que se siguen haciendo millonarios” ¿me pregunto? ¿para qué tanto? Ya no importa a qué precio pues hemos perdido aquella frase tan castellana “actúan con descaro” inventando frases de salida sin compromiso “a mí no me costa” “no tenía conocimiento de ninguna irregularidad”. Y así vamos desequilibrando las carencias en ciertas personas que nos representan, aquellas que hemos defendido en sus propuestas, como que algo nuestro, algo que necesitamos y que no tenemos, estaban defendiendo. Y llegan a defraudarnos tanto, que cada día, cada instante tenemos que cambiar de opinión de cara a ciertas personas que en el ejercicio del poder nos defraudan.

Pero no todos afortunadamente son iguales, y el hecho de que vivamos en una ciudad pequeña como nuestra Ávila, donde tenemos la oportunidad de estar próximos a ciertos mandatarios, nos da la oportunidad de elegir con quien no jugaríamos ni a la “Brisca”, pero sin embargo con ciertas personas nos embarcaríamos, incluso ha “remo”, porque la trayectoria de su trabajo, lleno de compromiso tanto personal, como social, sea un hecho. La responsabilidad de llevar a cabo el desarrollo Cultural a la ciudadanía solo puede recaer en aquellas personas que “aman la Cultura y la conocen”, más también desean que los habitantes de Ávila la conozca y disfruten, con todas estas reflexiones expuestas, solo podríamos hablar de Sonsoles Sánchez Reyes, persona comprometida con Ávila, con su apellido, el que engrandece día a día, y no vive de él. Sino del esfuerzo de su trabajo por el compromiso adquirido, muchos deberían seguir su ejemplo, no se puede vivir toda una vida de aquel apellido que dio gloria en un momento puntual, es una responsabilidad heredar ciertos apellidos, los cuales hay que engrandecerlos, y estoy segura que muchos habitantes de nuestra ciudad lo hacen. Pero hay que ir a “remo” con aquellas personas que trabajan por un bien común, por una sociedad más justa, con una cultura elevada, y que si hablamos de cultura que sea con mayúscula, y no con esas personas, que no ponen límite a su ego, tanto en lo economía como en lo social.




 

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