domingo, 15 de febrero de 2015

Lo social
Columna de Opinión
Diario de Ávila
Por: Pilar Álvarez.
Nada, que ver…
Hoy me veo un poco obligada por fecha, ha tener que hacer mención a San Valentín, sacerdote esté que hacia el siglo III, ejercía el sacerdocio en Roma. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados, de ahí que se haya  popularizado que San Valentín, sea el patrón de los enamorados. En aquel entonces Gobernaba el emperador Claudio II, que finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran, el 14 de Febrero del año 270.
 
En algunas ocasiones los hechos descritos a través de la “historia” o “leyenda” dejan algunas lagunas, desvirtuando con ello la propia intención del hecho acontecido en aquel momento. Más tarde estos mismos hechos son manipulados y llevados desde campañas gigantescas  hacia la especulación como es en este caso, el día de los “enamorados”. En aquel momento Claudio II, pensó que era más conveniente que los soldados que tenían que ir a la guerra fueran solteros, para que no llevaran cargas emocionales familiares. Algo que le parecía injusto al sacerdote Valentín en aquel momento, y por tal motivo casaba a los enamorados en secreto.
 
Hoy otros “emperadores” de la “macro economía”, nos llevan a otra guerra, la de los grandes y pequeños almacenes, donde este San Valentín, se ha trasformado en múltiples corazones y colores, como si los sentimientos de Amor, fueran todos esas cosas materiales que nos ofrecen, manipulando con ello nuestro estado emocional. Lo bombardean hasta que entramos en esta guerra de consumo, que lo único que nos deja, es un estado de insatisfacción propio, de no poder llegar nunca, a lo deseado, y señalando injustamente este día con ofrenda, como la afirmación del amor hacia el otro. Como también el día del amor y la amistad, que se practica en otros países.
 
Pero que tiene que ver el amor que yo siento por mis hijos, el cariño de amistad hacia mis amigos, el amor al prójimo…..con este San Valentín, nada. Hace días un admirado y gran amigo Adolfo Yáñez presento un precioso libro titulado. PALABRAS QUE NO LLEVA EL VIENTO. He elegido una de 150 reflejadas en este libro. Amor, el lo describe en cualquiera de sus vertientes, como luz, impulso, bálsamo, devoción, fuerza, consuelo, alegría… El amor que se lleva en el alma, en la frente, en el pecho…. no hace ninguna referencia, en esta palabra que no llevara el viento, que esté en los grandes almacenes. Sin embargo lo podemos plasmar en un poema, en una partitura musical, y sobre todo, en la palabra que por sí sola, lleve un mensaje de amor.
 
Pero como rectificar a lo verdadero, a lo autentico, al verdadero sentido del Amor, sin haberlo sentido en nuestro propio ser. Ese ser al que debemos de cuidar de tanta contaminación social, donde el valor de lo que te quiero, de lo que te amo, tiene cuenta bancaria, y se convierte en muchos casos, ha posterior, en otra guerra, como en los tiempos del mencionado Claudio II. Sabemos muy bien que el gran corazón de la humanidad hay un profundo anhelo que nunca puede ser satisfecho con nada que no sea una conciencia o comprensión muy clara del amor. Que avanza vendando las heridas de la humanidad, acerca a las naciones hacia una mayor armonía de paz, y prosperidad para el  mundo.
 
La humanidad debe cargarse de esa corriente de amor, si quiere transformarse y transformar, la palabra se hará positiva, verdadera, constructiva, renovará, purificará y dinamizará, los asuntos se ajustarán y todas las cosas adoptarán su verdadera posición. Se trata de un ejercicio muy difícil pero gratificante porque no  hay nada que el alma humana anhele tanto como conocer al amor.
 ¿Entonces qué era lo que hacía en aquel tiempo San Valentín?

No hay comentarios: