Lo social

Por: Pilar Álvarez

Diario de Ávila

Los Españoles de a pie.

 

La economía española está inmersa en una pesada digestión como consecuencia de los estragos de la crisis financiera que dinamitó sus bases de crecimiento. El proceso es tan lento que tardará en recuperarse. El Instituto de Estudios Fiscales, el cuerpo de élite del Ministerio de Hacienda para Proyecciones Tributarias y Económicas, augura que la recuperación del nivel de generación del Producto Interior Bruto conseguido en el Primer Trimestre de 2.008 no se producirá hasta el Tercer Trimestre de 2.017. Es decir, que la economía española tardará diez años en recobrar la capacidad de crecimiento previa a la crisis. Pero la economía de los españoles  de a pie, por muchas cifras de futuro que nos dejan los mensajes de recuperación, muere en presente, donde las obligaciones a las que estamos sometidos no nos dejan pensar en el futuro, y mucho menos el de una década, pues estamos sumergidos en superar mucho antes, nuestra supervivencia económica del día a día. Sin embargo la recuperación tan deseada es posible que pueda cumplirse desde el punto de vista cuantitativo pero no cualitativo. Los ciclos se dan y lo que viene nunca es como lo que había antes, aunque las grandes cifras de la macroeconomía valgan para pasear la lengua sobre conceptos manoseados. Con lo cual “si es verdad” que lo dudo, que la economía mejore no significa que los españoles mejoren, pues eso dependerá del Gobierno de turno, su idea social y sus capacidades de evolución y no de anclaje.

Después que hemos entendido que nada será como antes, otro sacrificio más a la vista, pues estamos ya padeciendo los españoles de a pie, Elecciones Europeas, que es el umbral de las Elecciones Generales de nuestro país. Con lo cual la cantaleta política seguirá dándonos mensajes de “recuperación” “de futuro”…. Sin embargo  lo que nos espera ya, es volver a soportar la demagogia en la que ha caído la clase política en los últimos años, donde lo único que han conseguido, no sé si con intención, o sin ella, que ya no creamos en sus promesas y mucho menos que estén trabajando a favor de  nuestro intereses tanto  presentes  como de  futuro.

Hoy lo que le interesa al político de turno es ir al Parlamento Europeo, lo que en tiempos de ilusión era  un puerto de llegada, hoy se están creando las condiciones para que lo sea de partida. Toda la clase política mira a Europa, sin embargo esta clase, estéril para el pueblo, no está haciendo nada para impedir que al final toda la economía, el nivel de vida, la calidad de vida de cada ciudadano europeo dependa de la cuenta de resultados de  los Bancos. El accidente tiene sus raíces en un periodo en el que se  apostó por el sueño del dinero fácil. Por otro lado el mensaje que nos trasmiten al ingresar como parlamentario Europeo es  el premio a su labor realizada,   tanto  en su partido, como también representante de la clase política Española, donde ejerció gracias a nuestro voto. Se comenta que allí viven como “reyes” que la palabra  jubilo la ponen en práctica nada mas obtener el nombramiento y es en esa andadura política, donde nos olvidamos los españoles de a pie de tantas promesas y futuro en las que nos habían implicado y que fácilmente han incumplido cogiendo su maleta y parlamentar en Europa . Lo mismo sucede con las grandes fortunas, ellos  siguen a la clase política y viceversa,  con sus privilegios y poco esfuerzo de cara a los más necesitados. No miran las listas del paro, ni tampoco les quita el sueño que nuestros jóvenes ya preparados opten por marchar a Europa, pero ellos sin la palabra “jubilo”, porque saben que cuando regresen volverán a ser ciudadanos de a pie. Y es que esta otra clase, la financiera,  al igual que la política son intocables, porque si les aprietas un poco, tocan el botón y mandan su dinero a otra economía menos exigente. Es más, muchos ya lo han hecho.