Lo
Social
Por: Pilar Álvarez
Diario de Ávila.
La
indolencia
A lo
largo de la Historia, las formas de pensar y las ideologías Políticas han
cambiado en numerosas ocasiones, pero lo que no ha cambiado nunca, ha sido la
necesidad de que alguien defienda la Ley y el Orden, por la buena convivencia ciudadana. Para llegar a lo
que hoy llamamos Policía Local hemos
pasado en otros tiempos por Alguacil", "Portero",
"Guarda de Campo", "Celadores", "Guarda
Rural" o "Sereno" entre otros. Todos ellos se
dedicaron en "cuerpo y alma" al servicio de la protección de nuestras
ciudades.
En la
actualidad los encargados de hacer respetar la Ley y mantener el Orden son,
entre otros, la Policía Local. Estos
Profesionales no tienen que discutir ninguna norma, sino que con buenos modales
sin “prepotencia” ni intimidación al
ciudadano, deben hacer cumplir la ley de una manera racionalizada. Y así ha sido a lo largo de todas las épocas, actúan
bajo el mandato que les dan las Autoridades del momento. Se sabe por supuesto
que no siempre se ha respetado y
valorado su trabajo, no es tarea fácil
hacer cumplir las Leyes y las Ordenanzas Municipales, y en algunas ocasiones se
oye la frase famosa "¡Oiga Usted!
no sabe con quién está hablado", por parte del "personajillo
de turno", que envuelto en su aureola, se piensa ¡Va a saber qué!.
O al contrario, “¡usted guarde silencio!” le venimos
siguiendo desde hace rato, y hemos visto
lo que hacía cuando iba conduciendo”. Ahí los ciudadanos estamos perdidos, no
sabemos ni como dialogar, y menos decir que ha sido inconscientemente, que
disculpen, porque enseguida te dicen que les tratas de “engañar”,
ósea que equivocan las disculpas con el engaño. Sin embargo, la relación entre
los ciudadanos y la Policía Local se
fundamenta en el principio de proximidad mutua y con “corresponsabilidad”, por ambas partes, este era el principio de la
demanda histórica.
Su presencia en muchos casos, genera miedo en
los ciudadanos, pues el criterio generalizado en la ciudadanía es, que si
se fijan en nosotros, multa segura. Te
revisan tu coche de arriba abajo y, sobre todo, en la noche imponen sus formas,
así como su operativo en medio de la calzada, como que algo muy grave está
pasando, obligándote a ir muy despacio,
o que circules rápidamente, mientras que al otro día, nos enteramos que es un
operativo recaudatorio del
Ayuntamiento. En otras ocasiones, sin que nos demos cuenta, nos llega por vía
de correo ordinario la fotografía de nuestro coche acompañada de la multa de
turno. ¿Dónde estaba el coche patrulla? Seguramente estacionado en una plaza de área
verde y parapetado tras un contenedor de basura, a la caza de los
automovilistas.
Este nuevo método de recaudación basado en el camuflaje no deja indiferente a nadie, la mayoría de los ciudadanos se muestran contrarios con esta nueva forma de actuar que han tomado, con un único objetivo” recaudación” ¡Está claro el motivo de estos “camuflados”! Intentan multar más, y prevenir menos. Desconcierta también que en algunos lugares estén más concentrados, y en otros, en circunstancias necesarias no estén presentes. Este colectivo, cae muy bajo en adoptar esta clase de espionaje y represión contra el ciudadano, con lo cual podríamos decir en muchos casos que son indolentes con la ciudadanía.
Este nuevo método de recaudación basado en el camuflaje no deja indiferente a nadie, la mayoría de los ciudadanos se muestran contrarios con esta nueva forma de actuar que han tomado, con un único objetivo” recaudación” ¡Está claro el motivo de estos “camuflados”! Intentan multar más, y prevenir menos. Desconcierta también que en algunos lugares estén más concentrados, y en otros, en circunstancias necesarias no estén presentes. Este colectivo, cae muy bajo en adoptar esta clase de espionaje y represión contra el ciudadano, con lo cual podríamos decir en muchos casos que son indolentes con la ciudadanía.
Cuando
nos multen por no atarle el cinturón del cochecito a nuestro bebé mientras
paseamos, cuándo se ponga a llover y nos olvidemos de abrir el paraguas, cuándo
estornudemos y no nos pongamos la mano en la boca….Nos entrara la impotencia a los
ciudadanos, y pasaremos de la queja al humor más sarcástico, porque quizás es
mejor reír que llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario