- En el seno de una familia de clase media, Ángel González vino al mundo en Oviedo el 6 de septiembre de 1925. En 1950, ya recuperado de su enfermedad, se traslada a Madrid y comienza a estudiar periodismo. Cuatro años después se presenta a las Oposiciones para Técnico de Administración Civil del MOP. De este modo ingresa en el Cuerpo Técnico de Administración Civil y es destinado a Sevilla.
En el año 1955, González pide la excedencia en el trabajo y se marcha a
Barcelona durante un periodo, donde ejerce como corrector de estilo de algunas
editoriales. De esa forma entabla amistad con Carlos Barral, Jaime Gil de
Biedma y José Agustín Goytisolo. Rodeado de este ambiente literario, un año
después (1956) publicaría su primer libro 'Áspero Mundo', dentro de la editorial Adonais, en Madrid, por el
que recibe el accésit del Premio Adonais.
Tras esta primera incursión en el mundo editorial, vuelve a Madrid a trabajar
de nuevo en la Administración Pública. Allí conoce a Juan García Hortelano,
Gabriel Celaya, Caballero Bonald y a algunos poetas más de su generación. Así,
entre conversaciones de letras, en 1962 publica 'Grado Elemental'.
Después llegarían 'A todo amor' (1988), la antología 'Lecciones de cosas y
otros poemas' (1998), la selección personal de 100 poemas y otros inéditos
"101+19=120" (2000) y 'Otoño y otras luces' (2001), así como sus
viajes por Francia, Italia, Inglaterra, entre otros países europeos, con el fin
de asistir a diversos congresos de escritores.
La ironía, su seña de identidad
Admirador de Claudio Rodríguez, Blas de Otero, José Hierro o Juan Ramón
Jiménez, Ángel González se caracterizó en su origen por su sentimiento de
rebeldía hacia la Dictadura, a la que combatía clandestinamente, y su poesía
estaba impregnada de asuntos cotidianos con un lenguaje coloquial que huía de
los localismos o popularismos.
Según explicaba en sus últimas entrevistas, en 2007, de todos los miembros
de la llamada 'Generación del 50', solo Jaime Gil de Biedma y él se habían
mantenido en una línea de la poesía urbana, porque estaba convencido de que "la utopía de transformar el mundo" estaba aún vigente.
Aunque uno de sus rasgos más característicos, la ironía, surgió como
la forma en la que los poetas de su generación esquivaban la censura
franquista, con el tiempo se dio cuenta que ésta le permitía "decir que sí
y que no al mismo tiempo". "Ayer fue miércoles por la mañana, por la
tarde cambió, se puso casi lunes", dice uno de sus poemas.
En 1970, es invitado a dar unas conferencias en la Universidad de Nuevo
México, en Albuquerque. Dos años después Ángel González se traslada finalmente a Nuevo México, a la Universidad de Albuquerque, en Estados Unidos, donde imparte clases
en esta Universidad como profesor invitado durante un semestre, aunque a partir
de 1974 se convertirá en docente fijo de esta institución.
En 1979 viaja a Cuba para formar parte del jurado del Premio Casa de las
Américas de Poesía. Ese mismo año conoce a Susana Rivera, con la que se casará
en 1993.
El mayor reconocimiento a su trayectoria profesional le llegó en 1985,
cuando le conceden el Premio Príncipe
de Asturias de las Letras, por su poesía social, que oscila,
como la de otros compañeros generacionales, entre dos polos temáticos, la
solidaridad y la libertad.
En el año 1996, es nombrado miembro de la Real Academia Española y le
otorgan el Premio Reina Sofía de poesía Hispanoamericana.
ELMUNDO.ES | AGENCIAS
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