viernes, 8 de enero de 2016


 
Lo Social

Diario de Ávila
Por: Pilar Álvarez
 
Recta final

Por fin entramos en la recta final, solo nos queda por celebrar, el día de  Reyes, atrás se ha quedado, nuestro estrés de cara a las Navidades. Adiós a nuestras ilusiones, de la  Lotería, de que Papa Noel nos sorprendiera. En fin, que pronto tendremos que  asimilar, que hemos empezado un nuevo año, y que solo la salud, y el trabajo, si es que de eso tenemos, nos dará la oportunidad de poder vivir con dignidad, nos queda pues él resto del año, para ir superando, día tras día nuestra existencia, con la esperanza de que algún día la suerte nos sorprenda.

Para muchas personas,  la  nostalgia, se hace tan presente en estos días, que más  que alegría, lo que sienten, es  tristeza, y añoranza, de Navidades pasadas, al recordar que en ellas, estaban sus seres queridos, más si el  acoso es constante, durante estas fechas, en las calles, en los centros comerciales, con su márquetin navideño, entonces  la palabra famosa se hace presente  que rollo de Navidades”. En realidad  también  la  logística de la Navidad en las familias, es algo complicado, y  pocas se han librado de algún conflicto familiar en estas fechas, algo  que se  debería  de haber superado, lo cierto es que va pasando de generación, en generación, como si el tiempo, no le hubiera dado al ser humano, la evolución necesaria para que en estas reuniones, solo esté presente el sentido de respeto y amor, que se debe manifestar en la familia. Sin embargo algunos carecen en estas fechas de ese preciado bien, como es, tener una familia, y todo lo que sienten, es esa soledad, donde los recuerdos del pasado se hacen muy presentes, por lo tanto lo único que desean es que estas noches tan señaladas, pasen pronto, porque así no sienten tanto dolor. Nuestras Residencias de Mayores, están en muchos casos llenas de “soledades personales”. Es la Navidad una fecha muy propia, para hacerles una visita, para dar algo de nosotros, de nuestro tiempo, ya que muchas veces nuestras cosas pueden esperar, buen momento para retractarse de cualquier rencor, o- ofensa recibida,  acercarse al otro y  sorprenderle con un gesto de amor, de perdón, repartir nuestro amor a todos aquellos que nos rodean, “es tiempo de paz”.

Pero nos quedan los Reyes Magos, para volver a ver la magia, y la ilusión, de nuestros niños, al contemplar la cabalgata de los Reyes  magos, esos personajes tan queridos por ellos, como son Melchor, Gaspar, y Baltasar, que  solo de pensar, en esa certeza en la que ellos creen, a una le entra esa nostalgia de volver a ser niño, y creer en algo, convencida de que al menos desde esa edad, las cosas tienen ese sentido necesario, e imprescindible, la ilusión, sin la cual no se puede vivir, la magia. Pero hemos entrado en dilemas de celebraciones con la Navidad, Laicas, -o- Cristianas, “y quien decide” los de siempre, esos que se han apoderado de nuestros derechos  para rellenar sus campañas, sus espacios televisivos, en conclusión su programa político. Porque  si no se puede celebrar actos pirotécnicos con una distancia prudencial por respeto a ciertos animales, que pasa con los derechos de nuestros niños, de su derecho a sentir la ilusión de la llegada de los Reyes que vienen de Oriente. Creo que de Oriente Medio, hoy, por hoy, vienen cosas mucho peores que ha todos nos afectan, y que nada tienen que ver con nuestros inofensivos Reyes magos, esos que solo traen Oro, Incienso, y Mirra, armas poco poderosas para poder hacer daño a nuestra querida España, a la cual parte de algunos españoles le quieren quitar sus tradiciones, respeten por favor.

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