viernes, 19 de septiembre de 2014


Lo social

Columna de Opinión
Diario de Ávila
Por: Pilar Álvarez 

La felicidad en época estival…

Me pregunto si será verdad que media España este de vacaciones, y si también será verdad, que el consumo en estas fechas está siendo positivo para la economía de nuestro país, “ hay que observar”, y me da la impresión, que a la concurrencia de los restaurantes, de los hoteles, de los cruceros, las playas y un largo …… están muy de moda los pueblos, “nuestros pueblos,” aquellos que nos permiten tener unas vacaciones entrañables y dignas, sin necesidad de poner en riesgo nuestra precaria, e individual economía, añadiendo con ello el estrés ya acumulado durante el año.

Cada año toma más fuerza ir de vacaciones a los pueblos, tanto es así, que los que no tenemos la posibilidad de hacerlo, nos entra nostalgia, cuando los que lo disfrutan, lo cuentan. Tardes noches de tertulia en el bar de siempre, las jornadas en el rio debajo de los chopos, acompañados de ese libro elegido para estas fechas estivales, las conversaciones de tiempos pasados, donde se recuerdan los usos y costumbres, principal recuerdo, “nuestros familiares”, aquellos que estarán siempre en nuestra memoria. Se habla de la juventud pasada, de los bailes, los cortejos, y en muchas ocasiones, con personas que fueron testigos de esa época, esta estancia en los pueblos, también nos dará la oportunidad de reencuentrarnos con nosotros mismos, con todo esto y mucho más, las vacaciones en los pueblos, toman cada día más fuerza.

También los Ayuntamientos ponen su granito de arena, con sus fiestas patronales, las peñas para los jóvenes, las corridas de toros, para aquellos que son simpatizantes, conciertos musicales, jornadas comunitarias como el día de la paella para todos, y los bailes en la plaza grande, donde el encuentro puede aglutinar, ha varias generaciones.

La época estival debería de traernos el descanso la diversión pero sobre todo algo de felicidad para esa cotidianidad de todo el año. Un consuelo para aquellos que no pueden tener vacaciones, es que esa felicidad es sólo pasajera, una vez que pasa el tiempo vacacional y volvemos a la normalidad, en menos de quince días estamos como si no hubiera pasado nada. Volvemos a la rutina con tanta rapidez, que las vacaciones pasan desapercibidas. Así lo demostraron científicos de la Universidad Erasmus de Rotterdam (Holanda). Según los investigadores, efectivamente mientras veraneamos somos más felices. Además, el tiempo que pasamos planificando las vacaciones también mejora nuestro estado de ánimo. Sin embargo, cuando el descanso termina, los niveles de felicidad descienden a gran velocidad, cuando las vacaciones eran muy relajantes la felicidad de los veraneantes se prologaba por más tiempo, pues algo que beneficiaba era, que dichas vacaciones estaban libres del estrés que hoy nos acompaña.

Si nos preguntarán ¿cómo tendrían que ser las vacaciones? El 90% responderíamos que tendrían que ser varios descansos durante el año, así iriamos renovando fuerzas, y seriamos más felices, no es posible alcanzar esa felicidad que vuscamos en vacaciones, donde nos vamos a un sitio donde hay mucha gente, mucho estrés, y nos pasamos corriendo para no perder el tiempo, horario para comer, horario para espectáculos, horarios para todo, realmente, ¿eso es descansar? ¿son vacaciones?, Lo positivo o negativo de las vacaciones lo tenemos nosotros, en buscar lo que necesitamos, y no hacer lo que todo el mundo pretende. Reitero, sigamos dandole vida a nuestros pueblos, pues ellos son nuestra historia.

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