domingo, 2 de marzo de 2014

Lo social
Columna de opinión
diario de Ávila  
Por. Pilar Álvarez.


 La viveza
 
Un grave defecto de tipo moral y cultural, es el origen presente de  nuestra España, algo que se convertirá en el factor principal de nuestro retroceso actual y de las crisis sucesivas, que nos está llevando a la dependencia total del poder económico, factor este predominante ya en nuestra sociedad.  La existencia de una cultura, y no me refiero a la cultura “con mayúscula” como son las artes liberales, como  la poesía, el cine, la expresión plástica…sino aquella cultura que busca el placer propio y económico, donde "la falta de respeto por los demás" y "la indiferencia por el bien común" en un marco de intereses individuales, es frecuente. 
 La causa principal es la "viveza criolla" frase que en España  no es usual pero sí en los países Latinos, como Argentina, Uruguay.. en los que es un fenómeno social. La viveza criolla sin embargo significa  depredación y oportunismo, es decir, la prontitud  para obtener máximo provecho a la mínima oportunidad, sin escatimar los medios a utilizar, ni las consecuencias o perjuicios que pueda ocasionar a los demás.
Aunque en España esta frase no la utilicemos verbalmente,  y apenas la conozcamos, hoy día se encuentra en la práctica en nuestro país, concretamente en muchos programas televisivos, donde toda su creatividad se concentra en gritar en lugar de hablar, exponer la vida íntima y de la farándula, burlándose de los demás, usando un vocabulario poco adecuado en la formación periodística, ya que la  comunicación debe informar y formar a los ciudadanos en su práctica, y esto no está sucediendo. Hay que rectificar a tiempo la viveza por la inteligencia y el trabajo, para llegar a tener un país respetable.

Hay que cambiar la corrupción por la honestidad, el individualismo por la solidaridad, la anomía por el respeto a las normas. Un país no puede avanzar sin una actividad disciplinada, en el cual, cada uno asuma plenamente su responsabilidad por el bien común. La capacidad de recuperación de nuestro país está ligada a la comprensión y superación, pero también a la conducta y forma de ser de la sociedad,  más que a factores externos.

 Con desconfianza en los poderes tanto “Económicos” como de “Gobierno” y “Justicia” y olvidando la confianza interpersonal componente, clave y decisiva para el desarrollo económico de las instituciones democráticas, la viveza se hace oficio, y con ello un estilo de vida en la persona, haciéndola una experta en los caminos que la llevarán a encaramarse sin ninguna exigencia de idoneidad en la escala social y laboral, se hará un experto para responder rápido y siempre dispuesto para elaborar frases que no dicen nada, pero que suenan a los demás a discursos de confianza.

Tal viveza pone en evidencia una egolatría con pies de barro, un afán de superioridad a costa del prójimo, y una energía que se diluye en acciones estériles. La  viveza aparenta inteligencia, conocimientos, brillo y ejerce seducción. Pero se basa en la mala fe, el engaño y la inmoralidad. El país que comanda el barco en que navegan terminará por hundirse junto con ellos.  Y si  vamos por la vida como el avestruz metiendo la cabeza en un hueco, sin importarnos que las mentecatas vivezas se expandan como epidemia, “una que otra pequeña deshonestidad”, “mentiritas blancas  y  piadosas”, “una que otra inocente corrupción”, “faltas a las normas establecidas” pronto será nuestro distintivo, y nuestro sello personal y nos llevara a decir. “Así somos”, ¿cuál es el problema con tolerarlo?, que esa tolerancia sirve para terminar por convertirse en cultura y, por tanto, en herencia tal y como han heredado los países antes mencionados, la viveza vive del tonto, y el tonto de su trabajo. ¡¿Qué más da?!”

No hay comentarios: