miércoles, 22 de julio de 2015


Somos parte de un puzle.

Columna de Opinión
Diario de Ávila
Por: Pilar Álvarez.


Sara Escudero Muñoz 

Sé que para muchos abulenses es ya muy conocida y reconocida por sus numerosos méritos como Cooperante, pero para mí que hace poco resido en Ávila, es todo un descubrimiento. No por no saber las cualidades humanas que deben tener estas personas al ejercer de Cooperantes pues he convivido día a día en Latinoamérica con ellos, he visto su entrega, la dedicación durante las veinticuatro horas, así como también su profesionalidad.
Sara, es Ingeniera de Obras Públicas especialidad de Hidrología, con la Cruz Roja Española estuvo en las crisis del terremoto en Bam (Irán) y el 'tsunami' en Indonesia, luego en Palestina, hoy presente en Nepal. Esposa y madre de dos hijos, Hugo, y Vera, los cuales están siempre presentes en su día, a día, cuando realiza distintas tareas, en sus escritos les trasmite la importante de su presencia allí, y sobre todo, les hace entender que su trabajo está dentro de formar parte del “todo”, porque ella entiende que somos un puzle donde las fichas encajan sin problema. Tan solo tenemos que buscar la ficha exacta, el momento concreto, el instante donde podemos hacer que todo encaje. Porque juntos somos un motor, una ficha, la visión del puzle completo, aunque aun este sin terminar. Somos como ella misma dice a sus hijos, lo que queremos ser, vivimos como queremos vivir y sentimos... Porque a eso se le llama. Humanidad.
Estas Frases y muchas más que no quedaran reflejadas en este articulo son la enseñanza de esta madre de corazón grande, que inculca a sus hijos la palabra solidaridad, diciéndoles. Hugo y Vera, los días aquí son muy largos, nos levantamos muy temprano, como los niños y niñas que van aquí al cole. Cada mañana a las 6 ya están en clase con sus pantalones grises, sus faldas de tablas azules y la camisa azul. Todos iguales por un momento, olvidando en clase que cada uno tiene un destino forjado desde el momento que nace, marcado por el "donde" nace. Mochilas un poco destartaladas, pelos enredados, legañas pegadizas, dudo si deberes, pero nunca faltan las sonrisas! Suelo de tierra, pupitres de madera, bancos incómodos, pero nunca faltan las sonrisas! Tiendas azules de campaña, edificios casi en ruinas y, ¡risas por todos los rincones!
Vera, las maestras cantan mucho, como tu Concha. “Te iba a gustar muchísimo”. Y seguro que tampoco dejarías de reír. Cuando entro en la clase todos saludan al compás y no cesan sus cánticos para aprender las letras y los números, para aprender riendo y olvidar, por unas horas, que deben volver a la realidad que les espera al cruzar las verjas que separan la realidad del patio lleno de color.

Hugo, recuerdas el documental que viste con la abuela "Camino a la Escuela" ¿te acuerdas? Cuando lo viste, me decías que todos los niños y niñas deberían verlo para que apreciáramos lo que tenemos.
Aquí, nosotros, lo vemos cada día. “Me encantaría que lo vieras”. “Que lo sintieras como yo lo siento” Me gustaría que cada día que te lleve al cole por las mañanas pudiéramos ver lo fácil que es en muchos de los casos nuestra vida, y como se complica en otros lugares.
Tengo claro que los niños son igual aquí o allí, que todo es lo mismo, que solo cambia el contexto. Que lo fácil o lo difícil lo hacemos nosotros, que perdemos tiempo en tonterías, que discutimos por chorradas. Hoy hijos míos, cada día, aprendo que la vida tiene sentido si queremos buscarlo. Y que vuestra vida tiene sentido por la entrega a los demás.
Querida Sara no te conozco, pero sé que tú inculcaras a tus hijos esos valores, por los que eres reconocida y admirada, desde este momento también por mí.
Los ocho miles de Nepal .

























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